Si, rompiendo records de impuntualidad (tengo excusa, estuve de vacaciones en el extremo oriente) traemos los últimos discos que han pasado por estos oídos otoñales y agobiados de la cantidad de música que tengo pendiente aún por escuchar este año.
Mujeres – Desde Flores y Entrañas
Tras diez años de carrera, Mujeres ha encontrado el éxito comercial con una fórmula más amable y roma que el sonido garajero, frenético y alocado de sus primeros trabajos. Este sexto disco es una continuación del camino emprendido en “Siento Muerte” su disco anterior, con un sonido que se acerca al pop y se aleja del garaje y el lo-fi. Con todo, el alma del trío barcelonés sigue ahi, y aunque con los colmillos algo mellados nos siguen ofertando un disco ameno y que, por momentos, nos sigue recordando el sonido que hizo de la banda uno de los referentes en el indie patrio la década pasada.
Paramore – This is Why
Habría mucho que escribir sobre este disco y una serie de reflexiones que podrían destilarse de su crítica (el difícil encaje musical de las bandas juveniles que maduran y se convierten en bandas de treintañeros, y el estigma musical que aún hoy siguen teniendo ciertos estilos por honestas que sean las intenciones de la banda que apuesta por ellos), la pena es que esto sea una pequeña reseña y no haya tiempo para eso. Sea como fuere este disco de Paramore, una banda con la que nunca he comulgado especialmente me ha gustado, porque tras un disco que renegaba de ese pop punk de la ola emo de principios de siglo han vuelto a un sonido más reconocible, una mezcla de pop punk con el revival post punk, seguramente no será la música más sofisticada pero creo que es un trabajo honesto y logrado.
Pangaea – Changing Channels
Uno de los djs más reputados de la escena clubbing en UK, co fundador del sello Hassle, lanza un nuevo álbum que está cargado de ritmos frenéticos, en una mezcla algo irregular de UK garage y techno. Es un buen disco pero gustará más a los fanáticos de la electrónica que a los más advenedizos.
Altin Gün – Ask
Cuarto trabajo de la banda turco holandesa de rock psicodélico. Un disco que supone un volantazo en el sonido del grupo que llevaba un par de discos tirando de sintetizadores y mezclando su psicodelia con pop electrónico. Este disco es una apuesta por el rock setentero, con un conjunto de temas que son versiones de canciones tradicionales turcas remozadas en un disco que resulta atractivo y mantiene el nivel de una banda que sigue sin defraudar en cada estilo y disco que elabora.
Melenas – Ahora
Consolidadas ya como una de las bandas más honestas y auténticas del indie rock patrio, las navarras Melenas lanzan su tercer disco, tras el éxito de “Días Raros” en 2020 y del single “Osa Polar” en 2021. El disco, como viene siendo habitual en la banda combina el sonido del rock alternativo noventero de gente como Yo La tengo con el jangle pop ochentero, amén del resto de influencias habituales del indie de nuestros tiempos. Un disco que creo que continúa el buen nivel de la banda, si bien a mi me sigue faltando algo para dar un paso más y ese algo sigue sin estar presente en este disco.
The Clientele – I Am Not There Anymore
![CRÍTICA] NATION OF LANGUAGE - A WAY FORWARD](https://media.pitchfork.com/photos/645e61f1af0973ce9c80f9e9/master/w_1280%2Cc_limit/The-Clientele.jpeg)
23 años después de ese magnífico “Suburban Light” el doble disco de debut de la banda Londinense, el grupo publica un nuevo álbum doble, establecidos como esa banda de culto de pop indie que mezcla con elegancia el dream pop, la psicodelia y el pop de cámara este nuevo disco vuelve a tener ese sello inconfundible de la banda. Un trabajo quizá (les pasa a menudo) demasiado largo lo que termina haciéndote perder algo el hilo.
Robert Foster – The Candle & the Flame
De unos veteranos a otro, el bueno de Robert Foster, uno de los fundadores de The Go Betweens, publica su octavo disco en solitario en el que es fácilmente reconocible ese estilo poético en sus letras y esas melodías pop tan reconocibles. Un disco por otra parte que nace de la tragedia personal (la mujer de Robert, Karin Bäumler, fue diagnosticada en 2020 con cáncer de ovarios y, por si fuera poco su madre falleció poco después) y en el que el artista ha contado no solo con la propia Bäumler sino con sus hijos (que son contrastados músicos) para componer un trabajo emotivo y virtuoso a partes iguales.
La Paloma – Todavía No
Tras un par de buenos Eps, la banda madrileña publica finalmente su álbum de debut, un trabajo que navega entre el noise pop y el post punk revival, en un sonido que se mueve con inteligencia evitando lo manido aunque sin llegar a resultar novedoso o rompedor. Por momentos su sonido recuerda al rock alternativo más actual (de Nueva Vulcano o Menta) otros al noise (La Plata) y en otros hay una influencia clara del rock sudamericano en boga (El Mató a un Policía Motorizado) quedando un trabajo ciertamente atractivo, y que nos hace esperar y desear que esto sea el comienzo de una carrera prometedora como este disco.
Snõõper- Super Snõõper
En 22 min resulta casi imposible tocar 14 canciones, pero el debut de la banda de punk de Nashville es así de frenético y anfetamínico. Un trabajo desvergonzado, divertido, pero también ecléctico donde las guitarras y las melodías punk rock, se intercalan con momentos más arty e incluso con un tema a medio camino entre el post punk y el dance rock, como “Running”. Un notable disco para los amantes del punk directo y sin adulteraciones.
Renaldo & Clara – La Boca Aigua
Tras el éxito de su disco más popero “L’amor fa Calor” la banda catalana redobla su apuesta por el pop en este nuevo trabajo, el cuarto ya del grupo. Un disco que repite fórmula, pero sin resultar repetitivo, pues nos presenta otro buen conjunto de temas de pop amable, romántico en donde caben desde sintetizadores, hasta ritmos de hip hop en pos de las melodías y las canciones más preciosistas del panorama patrio en este año.
Florry – The Holey Bible
El tercer disco de Francie Medosch y su banda (que ella creo de adolescente) es uno de esos trabajos sobresalientes con los que deleitarnos de la simpleza y belleza de la música bien hecha. Un disco de indie folk en donde el country y el rock sureño se combinan para dejarnos un placentero conjunto de temas excelentes. Obviamente no es el sonido ni el disco más original ni rompedor del mundo, pero es una delicia escucharlo.
Grian Chatten – Chaos for the Fly
El debut en solitario del frontman de Fontaines DC, no puede llegar en mejor momento, cuando la banda ha terminado de explotar y se sitúa como uno de los referentes del post punk actual. Este trabajo, sin embargo se desmarca de ese sonido, y apuesta por un pop de autor muy del gusto de los crooners británicos (de Morrisey a Jarvis Cocker) en un conjunto de temas que el artista elaboró en las giras con su banda, y que no encajaban en el sonido de la misma.
Pardoner – Peace Loving People
El tercer disco de la banda de San Francisco pasa por ser su mejor trabajo hasta la fecha. Su indie rock se mueve con soltura en el power pop garajero que recuerda por momentos a la paisley underground, una evolución para una banda que en trabajos anteriores abrazaba el pop punk , y ahora mezcla ese tono modorresco de su frontman con el animado beat del power pop aderezado con guitarras y arreglos estridentes. Notable alto.
Romy – Mid Air
El debut en largo (tras un par de buenos singles de anticipo) de la mitad creativa de The XX (junto con Jamie) es un trabajo que orienta sus miras a la pista de baile, un conjunto de temas donde la EDM desplaza al sonido más calmado y elaborado de The XX. Estamos ante un buen trabajo, de corte más ligero pero no exento de hitazos de la pista de baile, en parte gracias a las buenas colaboraciones en las produccion (desde Avalon Emerson a Stuart Pierce o Fred Again) de las que hace gala el disco .
Jessy Lanza – Love Hallucination
Se cumplen 10 años del debut en largo de la de Ontario con el sello Hyperdub en ese sensacional “Pull My Hair Back”, y es verdad que la artista nunca ha dejado de intentar ir más allá del pop electrónico y el r&b que definen en trazos gruesos su sonido, también es cierto que hace diez año su sonido sonaba mas rompedor fresco y original que ahora. Pero no por ello este trabajo, el cuarto de la carrera de la Canadiense es un mal disco, es solo que es difícil llegar a las cuotas alcanzadas antes, y que su sonido ya no sorprende como antes.
Arlo Parks – My Soft Machine
A la siempre complicada empresa de afrontar el segundo disco, hay que sumarle en el caso de la cantautora británica la presión por repetir el éxito de un debut que se alzó con el mercury prize en 2020. Lo cierto es que este trabajo no llega a la altura de aquel, pero ni las loas al primero eran justificadas ni algunas críticas a este lo son, de hecho es un disco con un sonido muy parecido, la sutil diferencia (y por eso este trabajo es peor) es que su música suena algo más manida, con algunos coros y arreglos expansivos que no tenían cabida en el primer trabajo donde la sutileza era su mejor arma.
Julie Byrne – The Greater Wings
Es complicado escribir una reseña breve y aséptica sobre un disco tan cargado de emociones y con una envoltura tan trágica como este. Y es que el tercer disco de Julie Byrne una de las puntas de lanza del folk mas lisergico, desnudo y minimalista nace después de la trágica muerte de su amigo, compañero y productor Eric Litman, que murió en medio de las grabaciones de este disco en 2021 con solo 31 años. Un disco que desde entonces tiene ese aura de homenaje, y recuerdo nostálgico y emotivo de su figura, en un trabajo que se aleja de las guitarras desnudas y se acerca a los arreglos electrónicos y al piano en el mejor disco hasta la fecha de la artista.
Aiko el Grupo – Me Estan Apuntando con un Arma
El mejor disco patrio que he escuchado este verano ha sido el esperado segundo disco de la banda madrileña, que retrató como nadie la pandemia con ese soberbio “A mi ya me iba mal de antes”, y que ahora vuelve a la carga con un trabajo donde aceleran revoluciones, y mantienen la sorna y la ironía en sus letras cargadas de mala leche, doble sentido y denuncia social. Un disco de pop punk irreverente, diferente y entretenido que es lo que necesitábamos en un año que en lo que a produccion nacional se refiere viene algo flojete.
Youth Lagoon – Heaven is a Junkyard
Seguramente una de las mejores noticias de este año es la vuelta de Trevor Powers como Youth Lagoon tras ocho años de silencio (el artista publicó dos disco bajo su seudónimo Mulberry Violence a finales de la década pasada) y tras dejarnos una trilogía de discos a principios de la década pasada absolutamente maravillosa. Un disco que nos habla del viaje personal y existencial del artista durante estos años, de la frágil paz emocional que sostiene ahora, en un disco intimista y menos espectacular que sus pasados trabajos pero aun asi digno de elogio, y sobretodo digno de congratularnos de la vuelta de uno de los mas grande artistas del pop psicodélico de los últimos años.
Roisín Murphy – Hit Parade
A estas alturas no sorprende que Roisin Murphy haga y diga lo que quiera (no voy a entrar en sus declaraciones que tampoco son tan polémicas como algunos quieren ver) lleva más de 15 años navegando por caminos totalmente opuestos a la realidad musical navegando por terrenos de la música disco poco transitados y comerciales. La repentina fiebre del disco que sobrevino con la pandemia, le sentó como un guante y su trabajo de 2020 le valió volver a la primera plana de la actualidad musical. La frontwoman de Moloko publica ahora su disco de madurez definitivo, un trabajo que mezcla la pista de baile, el disco y el funk con la ayuda del siempre genial Dj Koze (cuya mano se nota claramente a lo largo de todo el disco). Un trabajo que condensa las intenciones de la Irlandesa por impregnar su música de un sello particular al tiempo que consigue un disco que deslumbra por su frescura y originalidad.
Anohni – My back Was a Bridge For You To Cross
Pese a que Hopelessness fue un disco que a mi me gusto mucho, es una gran noticia la vuelta de la artista con su antiguo grupo (si este es un disco de Anthony and The Johnsons ahora Anohni & the Johnsons en 2023 ) y a su antiguo estilo musical, dejando claro desde la portada (con la mítica Marsha P Johnson, que es una figura clave en el movimiento LGTB americano y que inspiró el nombre de la banda) que la lucha por los derechos trans y homosexuales se sitúa en el centro de un trabajo necesario en los tiempos reaccionarios que corren, especialmente en america (“It Must Change” canta desesperada Anohni en uno de los mejores temas de siempre de la banda).
Sofia Kourtesis – Madres
Sofia Kourtesis continúa haciéndose un gran nombre en una de las capitales de la electrónica mundial como es Berlín. La peruana ha sacado un nuevo disco que redobla la calidad, y la oferta de “La Perla”, su disco de debut en lp. Estamos ante un sensacional trabajo que mezcla la pista de baile con las tradiciones latinas y el homenaje de Sofía hacia su madre. Un disco alegre y que celebra la vida a ritmo de house, y que pasa por ser uno de los trabajos electrónicos del año.
Tough Day – Waiting Here
Seguramente el quinto disco de la banda de Vancouver no salga en ninguna lista de mejores discos del año, siquiera de los medios que se hacen llamar indie, y sin embargo este trabajo es con diferencia el mejor disco de la banda que empezó entregándose al indie rock surfero y que en este trabajo realizan todo un homenaje maravilloso al dunedin sound de los ochenta y noventa. Un disco para todos esos amantes del pop de guitarras de gente como R.E.M o the Clean.
Bully – Lucky for You
Alicia Bognano ha vuelto con su cuarto disco, convirtiendo ya su Bully en un proyecto personal publica ahora un nuevo trabajo que es toda una joya. Una joya porque la artista mira con nostalgia a finales de lo noventa, pero no para nutrirse del rock alternativo más refinado de esa época (no esto no suena a Pavement ni a Modest Mouse) sino para rescatar el happy punk y el alt rock de universidad y hacerlo suyo manteniendo su combativa y contestataria figura. Un disco que suena a Veruca Salt o a Tsunami Bomb, y que contiene una de las mejores canciones rock del año (“Days Move Slow”), la lástima es que la Bognano se ponga ñoña en un par de temas que deslucen un conjunto sobresaliente y demencialmente vigorizante.
Tanukichan – Gizmo
El segundo trabajo de Hana Van Loon como Tanukichan supone una vuelta de tuerca al dream pop de su debut, la artista de San Francisco (aunque reside en Oakland) apadrinada por el bueno de Chaz Bear (de Toro y Moi) fortifica su sonido, que suena mucho más contundente y guitarrero bordeando por momentos esa línea difusa que separa el dream pop del shoegazing, en un excelente trabajo que cierra nuestra lista de recomendaciones.
Cuts You Up 
Leave a comment